La solución casi perfecta

Llevaban poco más de un año de operación y Alba estaba contenta. La planta, enclava a las afueras de una pequeña población rural, procesaba diariamente decenas de toneladas de frutas y vegetales frescos con las que atendían a diversos supermercados de las grandes ciudades. Empezaron con unas pocas operarias y al poco tiempo tenía cerca de cien personas trabajando con ella.

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